Hace, nada más y nada menos que XX años un grupo de mujeres decidió fundar la Asociación de Mujeres el Pilar de Armilla, una asociación Apolítica, cuyo objetivo principal eran la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres, conocedoras, todas ellas de la lucha que debían emprender para alcanzar dicho objetivo y de las dificultades que encontrarían a su paso.
Mucho ha llovido desde entonces, muchos logros conseguidos, y muchos por conseguir.
Muchas las mujeres que se acercaron a la Asociación, muchas, las que la dejaron al llegar a una determinada edad, y muchas, las nuevas que se incorporan día a día.
No todo ha sido un camino de pétalos de rosas, hemos ido pasando, como el resto, por diferentes épocas e inquietudes.
Pero, pese a todas las dificultades que nos hemos encontrando en el camino, hoy por hoy, nos sentimos fuertes, poderosas, y con fuerzas renovadas que nos llevan a nuevos proyectos e inquietudes, nuevos caminos por recorrer, nuevas luchas que afrontar.
Todas unidas en la consecución de un objetivo, la eliminación de las desigualdades.
A las de mujeres de El Pilar de Armilla no les importa ni la raza, ni las creencias, ni las ideologías políticas de cada una de sus socias, sólo tiene en cuenta una cosa, todas somos mujeres y todas luchamos bajo la misma piel, la piel de las mujeres que aspiran a que se les reconozcan, y no que se les otorguen, los derechos que tiene como ciudadana.
Hemos navegado con vientos a favor, hemos capoteado tempestades; pero no hemos permitido que nadie, que no seamos nosotras mismas, nos dirija.
Hemos conseguido ser dueñas de nuestras vidas y lo somos también, con mucho orgullo, de nuestra Asociación.
Una reunión de amigas que toman las decisiones en común, aceptando las decisiones de la mayoría, desde el respeto, algo que algunas no toleraron, de la misma forma que nosotras no toleramos a quienes pretenden imponer sus decisiones al resto bajo el único argumento de su voluntad e interés particular.
Como suele decirse después de la tempestad llega la calma, y en calma nos quedamos cuando se alejaron las tempestades.
Hoy no sólo somos una Asociación de mujeres, hemos conseguido ser una reunión de hermanas, que se apoyan las unas a las otras y que miran las necesidades de las demás. Mujeres que tejen redes.
Y de todo ello nos sentimos orgullosas, de los buenos momentos y de los malos, porque ellos nos enseñaron a luchar más y mejor.
En nuestro XX Aniversario estuvimos acompañadas por socias nuevas y antiguas, y por todas aquellas personas que han caminado junto a nosotras, personas sin cuya ayuda no hubiéramos conseguido llegar al momento en el que nos encontramos.
Queremos agradecer a todas las personas que esa tarde nos acompañaron su asistencia y a todas aquellas que no pudieron acudir sus palabras de ánimo y aliento para continuar trabajando.
Me toca en esta ocasión como actual Presidenta, dar las gracias.
Doy las gracias a las cuatro Presidentas que me precedieron, Mª Jesús García Cuadros, Lourdes Ramos Pro, Clotilde Rodríguez, Pilar Ramírez y a sus respectivas directivas, por su gran labor desempeñada.
Doy las gracias a las diferentes Asociaciones con las que nos unen estrechos lazos de trabajo, por su constante colaboración y apoyo, Armillat, Asociación de Pacientes de Armilla, Plataforma 48.
Doy las gracias a la Federación de Mujeres María Lejárraga, por su constante compromiso para que todas las mujeres nos mantengamos activas y colaboremos las unas con las otras y su gran compromiso en la formación de todas las mujeres. Y como no podía ser de otra forma les agradezco también el obsequio que recibimos por nuestro Aniversario.
Doy las gracias a todas las Asociaciones de Mujeres de Granada, nuestras grandes hermanas, por su apoyo y sus enseñanzas; a la Excma. Diputación de Granada y al Instituto de la Mujer, y las magníficas trabajadoras y trabajadores con quienes tratamos día a día. Y con cuyo apoyo contamos.
Doy las gracias al Ayuntamiento de Armilla por la colaboración que siempre ha mantenido con esta Asociación, por cedernos sus instalaciones donde organizamos nuestras reuniones y talleres, la utilización del Teatro o de la Casa García Viedma y la utilización de la vía pública cuando lo solicitamos; también por contar con nosotras para los actos que se realizan y por acceder a nuestras peticiones, aunque, en muchas ocasiones, las realicemos con poco tiempo de antelación.
Y al actual equipo de Gobierno quiero agradecer su respeto hacia nuestro trabajo, algo que demostraron con las Placas con las que nos obsequiaron a las cinco personas que hemos tenido el honor de presidir esta gran Asociación.
Doy las gracias a todas las personas que colaboran con nosotras, unas con sus escritos, otras con sus poemas, otras con sus fotos, sus dibujos, sus palabras, etc. a todas esas, que no me hace falta nombrar, porque siempre, siempre, están ahí, caminando junto a nosotras.
Agradezco también la colaboración del Centro de Salud de Armilla, así como la de muchos comerciantes del municipio con cuyas aportaciones conseguimos que viera la luz nuestra revista.
Y, por supuesto, doy las gracias a los y las trabajadoras de nuestro municipio, ya que sin su profesionalidad y ayuda no podríamos haber llegado a cumplir estos veinte años.
A todas mis hermanas de camino, del Lavadero del Pilar, les digo: gracias; gracias y felicidades por vuestra implicación día a día.
A la ciudadanía de Armilla en general, le debo dar también las gracias por sus muestras de cariño y complicidad con nosotras.
Espero que podamos devolver, al menos, una parte, de todo lo que nosotras hemos recibido.
Eternamente, gracias.
María Ruiz.
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